jueves, 22 de agosto de 2019
CAPITULO 14
Media hora después, la alerta de mi móvil nos sobresalta. Lobo solitario ha contestado, y aunque no quiera admitirlo el corazón me late a mil por hora cuando abro la aplicación para leer el mensaje.
Estoy dispuesto a intentarlo…
¿Qué tal si empezamos conociéndonos mejor?
Inspiro profundamente, nerviosa, y miro a mi mejor amiga que me observa con una ceja levantada y una sonrisa.
—¿Por qué me miras así? —protesto.
—Sobra decir que te lo dije, ¿verdad? ¿Qué le vas a responder?
—No sé a qué se refiere con eso de conocernos mejor.
—Quizás te pida una cita.
—¿Tan pronto? —pregunto nerviosa por la expectativa de conocerle — Si ni siquiera hemos hablado.
—¿Qué mejor forma de conoceros que cara a cara, Paula? ¿Es mi imaginación o estás asustada?
—¿Asustada? ¿Yo? ¡No digas bobadas! —La mirada de mi amiga me hace reconocer la verdad—. Vale, sí, estoy muy nerviosa… y quizás un poco asustada.
Tras pensarlo un segundo contesto al mensaje de mi chico misterioso.
¿Qué tienes en mente?
Esta vez su mensaje no se hace de rogar.
Juguemos a un juego.
Cada uno hará una pregunta que luego contestaremos los dos.
Empezaré yo.
¿Cuál es tu color preferido? El mío el azul.
Lu me mira con una sonrisa de oreja a oreja y me encojo de hombros.
—¿Por qué sonríes tanto? —protesto.
—Parece que quiere conocerte, así que me voy a marchar a casa.
—¿Tan pronto? ¡Pero no puedes dejarme sola!
—No te va a morder, Paula, está a… tres kilómetros de distancia — contesta mirando su ubicación.
—Pero, ¿y nuestra noche de chicas?
—Quédate con tu lobo solitario, que yo voy a llamar a mi Eduardo a ver si esta noche tengo más suerte con él. Buenas noches, amiga. Que disfrutes del juego.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Naaaaaaaaaaa, me muero si es Pedro el lobo solitario jajajajaja. Está buenísima esta historia.
ResponderEliminar