miércoles, 28 de agosto de 2019
CAPITULO 32
Me quedo pensando en sus palabras. Sé que está siendo sincero porque a él no le hace falta utilizarme para llegar al jefe, pero eso de que no habrá consecuencias no me convence demasiado. Pedro acaricia mi mejilla con suavidad y me besa fugazmente en los labios haciendo que deje de pensar.
—No le des más vueltas, nena. Déjate llevar, disfruta del placer que podemos experimentar juntos y cuando decidas que es suficiente, se termina y tan amigos.
—Alguno de los dos puede terminar herido y lo sabes.
—¿Por qué? Las bases de nuestro acuerdo están firmemente plantadas. Es solo sexo, ¿qué puede salir mal?
—Pero si Christian se enterase…
—No va a hacerlo. Esto es algo entre tú y yo y nadie tiene por qué saberlo.
—¿En serio crees que es posible?
—Lo sé, nena. No es la primera vez que hago algo así y siempre ha terminado bien.
Oír de sus labios que ha tenido sexo con otras mujeres siembra una pequeña semilla de celos en mi corazón, pero no hago caso y le beso para sellar nuestro acuerdo.
—¿Eso es un sí? —pregunta con una sonrisa.
Asiento y Pedro me vuelve carga al hombro para dejarme caer sobre la cama y volver a ponerme debajo de su cuerpo antes de besarme con intensidad.
—Ahora vamos a sellar nuestro pacto… —susurra— follando hasta el amanecer.
—¿Y la fiesta?
—Tú y yo vamos a tener nuestra propia fiesta en esta misma cama.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario